Devoción mensual a Eros

El día cuarto de cada mes los griegos rendían culto a Eros junto a otras deidades. Basándonos en el calendario ático ese día es el cuarto tras la Luna Nueva.

Desde el Santuario de Eros os proponemos rendir culto al Portador de las Flechas de Oro con una sencilla devoción.

Los aromas, los olores, son una de las cosas que más huella deja en la memoria, cuando olemos un determinado perfume nos recuerda a una pareja, una ex pareja o un ser querido. Debido a la vinculación del olor con los sentimientos vamos a usarlo para rendirle culto a Eros.

Tradicionalmente los antiguos griegos vinculaban las violetas, el membrillo y la manzana con el amor, el campo sobre el que gobierna Eros; incluso la menta podría ser una buena opción. Por eso ofrecerle esencia de estas plantas o incienso es la mejor forma de comunicarse con él.

Una vela aromática de manzana o violeta también puede servir, al igual que las fragancias que se consideran afrodisíacas actualmente como la canela o la vainilla, aunque estas se pueden usar, es mejor intentar buscar las fragancias antes citadas pues la canela y la vainilla no estaban presentes en la antiguedad, tienen su origen en Oriente y por tanto no llegaron a usarse en el culto a Eros. No obstante si no se encuentra fragancia, incienso o velas de violetas, manzana , membrillo o menta se podrá usar canela y vainilla (dos gotas de canela y cinco de vainilla).

Eleva al cielo el incienso o el aceite esencial que vayas a ofrendar y di:

Amado y querido Eros hoy te rindo honor y devoción. Acepta esta ofrenda desde mi corazón.

Enciende el incienso o la vela del difusor del aceite esencial:

 

Yo te invoco alado dios,
Señor de todos los corazones,
Cuyo reino abarca el cielo, los mares profundos,
La tierra y el otro mundo.
Eres el motor que mueve el cosmos
cada emoción, cada sentimiento son tus manifestaciones.
Arquero de las Flechas de Oro
Se certero conmigo y veloz en mi llamada
Vuela rápido a mí y entrégame al amor
Igual que un amante se entrega a él
Igual que hoy yo me entrego a ti. Guía mi corazón.
Eros yo te llamo y te rindo honor.


Ahora coge un tambor o algún instrumento de percusión y empieza a recrear el ritmo del latido de un corazón. Déjate llevar por el ritmo y sumérgete en el latir del propio cosmos. Ponte las manos sobre el corazón, cierra los ojos y medita sobre Eros, el amor, tus relaciones pasadas y presentes…
Hoy algo se te revelará.