En la actualidad la imagen que podemos tener de Eros a través del arte (sobre todo a partir del Renacimiento) es la de un niño alado y regordete que dispara flechas para que la gente se enamore. Para los que ahondan un poco más en la mitología se encuentran a Eros como un dios menor hijo de Afrodita, quien con el paso del tiempo acabó por ser la divinidad principal del amor, el sexo y la fertilidad que hasta entonces habían sido dominio de Eros. El propio nombre de Eros (Ἔρως en griego antiguo) significa literalmente «amor». La misma palabra para los helenos servía para nombrar tanto al dios como al sentimiento.